La encrucijada venezolana

De acuerdo a lo que vivimos en América Latina dos tendencias fundamentales son las que se libran entre los dirigentes que tienen el poder de convocatoria en nuestros países y además son los que manejan los destinos del planeta: Los que están al lado de los Estados Unidos, y los que están en contra. Bajo esta égida ya no cuenta lo que durante el siglo pasado se dio entre esas dos bipolaridades bajo las cuales se dieron dos confrontaciones mundiales y un sin número de guerras fratricidas que se libraron en torno a los ejes fraccionados en países capitalistas y socialistas. Con la caída del muro de Berlín, y el derrumbe económico del otrora bloque soviético el espejismo bajo el cual vivimos los tercermundistas, cambiaron para siempre esos conceptos que teníamos y solamente nos quedamos con los recuerdos de las guerras de las Galaxias de Reagan, ante una posible andanada militar del bloque socialista contra el hemisferio occidental. El acercamiento hecho de antemano por Nixon con la china comunista después del fracaso de la revolución cultural impuesta por Mao Tse Tung, y los cambios en el capitalismo ante el fracaso de de sus políticas monetarias impuestas a los países subdesarrollados, mientras Europa con la Unión Europea marcaban el cimiento de una nueva era. La disyuntiva entre socialismo y capitalismo había caído, y ahora como en esos escenarios que seguramente se vivieron entre el encuentro de de la mitología Griega frente a lo que sería el imperio Romano y que sucumbiría como imaginario colectivo al ser el Cristianismo la nueva fuente de nuestra imaginería social hasta nuestros días; ahora también solo se discute si el enemigo es o no la droga, y que mediante ésta todos los países estamos subsumidos en ese mundo mediatico del terrorismo internacional adonde los musulmanes son los nuevos enemigos de la sociedad occidental, y bajo esa espúrea y etiquetada guerra de países que posiblemente son conspiradores de nuestra libertad occidental, se erigen en medio de nuevos enemigos que como el lobo feroz bajo el ropaje de una pobre viejecita nos amenaza con la predica del socialismo del siglo XXI adonde las confrontaciones ideológicas ya no son como las que vivimos en el siglo pasado. Son las nuevas realidades en las que esos vientos con sabor Caribe amenazan la estabilidad de nuestras naciones, en el que la droga y los nacionalismos de unos Estados que se están aglutinando ante el movimiento que ha dado en llamarse Bolivariano, y a la que los antiguos aúlicos de los países capitalistas creen que las libertades del derecho al sufragio universal, el de la propiedad privada, y otras de nuestras democracias se ven amenazadas también por los carteles de la droga en estas confrontaciones idelógicas y sociales que se aprovechan indistintamente asiendo de maneras subrepticias las banderas de aquellos Estados que pretenden reivindicar el sueño de Bolívar o el de los países que ven en éstos lo que dijera en su momento el manifiesto comunista de Marx y Engels: Un fantasma recorre el mundo... Es así como Venezuela vive la encrucijada del tercer mundo, gracias al petróleo de un país, que ha terminado por contradecir muchas de las leyes sociales de esas teorías políticas y filosóficas qe se desarrollaron en los siglos anteriores. Aunque puede decirse que la encrucijada venezolana también podría ser la de nosotros ya que en las elecciones que se avecinan en el país hermano,de alguna manera afectan al nuestro y al de todo el continente. Son dos tendencias ideológicas y sociales opuestas en medio de una de las conquistas del voto universal arraigadas en nuestros imaginarios, y que vienen desde muchos siglos atrás en las polis Griegas, tal vez mucho antes de lo que representó para los marxistas "La Comuna de París", y que indujo a Lenín a desarrollar su teoría de "La Dictadura del Proletariado" que hizo del asalto al poder por los soviets la revolución bolchevique de octubre del siglo pasado, y que sobre ésta y todas las otras revoluciones de caracter económico y cultural que se dieron, después que sobrevino el mayo del 68, la invasión de los tanques rusos a Praga, y otras nuevas manifestaciones de esas teorías sobre la libertad del hombre, en la que Marcuse, Bavoir, Sartre, simpatizaron en cierta medida con el modelo social que igual que en China y en Cuba, todos los hombres podríamos ser libres, mientras los dirigentes de los países alrededor de los Estados Unidos preconizaban la otra forma de libertad que según muchos ni siquiera satisfizo a las generaciones subsiguientes de Daniel el Rojo que con sus sueños nos obnuvilaron mediante el Rock, el vals,el jazz, o la literatura de García Marquez, Pablo Neruda, Borges, Cortazar, etc. entre otros. En la misma Francia otros nuevos pensadores supusieron que ya esa dictadura no tenía el valor que tuvo para los creyentes en el socialismo como la panacea redentora de todos nuestros males sociales, y que tal y como se daba en ese contexto social otras clases sociales eran las que decidían nuestros nuevos destinos. El Poder del petróleo, la fuerza de estos países productores, la amalgama de estos poseedores de esta riqueza después de que Nasser murió, el fracaso de las políticas neoliberales, y las tantas otras formas de saqueo de nuestros productos naturales mediante otras formas de dependencias, hicieron el surgimiento por la vía electoral de un nuevo rumbo al que ahora llaman el socialismodel siglo XXI que no se parece en nada al que pretendió Allende en su momento , y que ocasionó la toma del poder por parte de un militar muy amigo de éste, y con la mejor vocación democrática de la América Latina. Y sin embargo, todavía no sabemos como se resolvera esta encrucijada porque creemos que durará otros años más, ni cuál será la salida política de los opositores a éste. Podría ser una nueva dictadura, u otra forma social de los pueblos. Cuando el Socialismo como modelo económico se impuso, se abolió la libertad religiosa en contra de la manera de pensar de sus respectivos habitantes. Una ideología que nos recuerda paradójicamente a un gran escritor de nuestro tiempo en Colombia, que también afirmó que si Dios no existiera había que inventarlo. Son dos corrientes opuestas que tanto en una como en otra vertiente podríamos caer en esas mismas dictaduras que tantos nos recuerdan los grandes novelistas y escritores porque hacemos de ellos nuestros respectivos Dioses. Vislumbrar el futuro podría resultar superfluo. Las leyes de los teóricos sociales mas bien se parecen a los sueños que todos hemos tenido en busca de nuestras libertades e igualdades sociales. La encrucijada venezolana también es la nuestra.
Compre nuestros libros dando clic en cada uno. Prioritario: Historia Básica del Tolima


.