PERU

"Celebración Humala". Así dice el titulo de la imagen publicada por Internet, y que el autor reproduce en este blog por cuenta de la euforia de los ganadores en esta contienda electoral en un país que generó las expectativas del mundo sobre quién debería de llevar los destinos de este nuevo sueño generado por su desarrollo económico en estos últimos años en donde los seguidores de KeikoFujimori decían que todo ésto había sucedido gracias a las políticas de su padre, y porque ella misma fue nombrada por éste para que culminara su mandato cuando debió de abandonar su gobierno. Para los seguidores de Humala es el comienzo de una nueva etapa, en la que según dicen, éste continuara con todo lo hecho por sus antecesores en el desarrollo de su economía, y mediante la cual aspira a que los recursos por sus exportaciones mineras, ahora queden en las manos del las clases populares que en su gran mayoría son indígenas.
Un Perú que nos recuerda el viejo incidente de la guerra entre peruanos y colombianos, cuando éstos se tomaron a Leticia y pretendieron cimentar su soberanía gracias a que los caucheros de la época ya se habían adentrado dentro de nuestros límites con los cultivos de látex de la casa Arana en el Putumayo y Caquetá, y que José Eustacio ´Rivera nos lo describe a su manera en "La Voragine", en aquella aventura de unos bogotanos que huyendo por su amor llegan a esas tierras desconocidas adonde la esclavitud aborigen reinaba, y que al finalizar Arturo Cova nos cuenta que están perdidos en la espesura de la manigua que a todos nos seduce porque están extraviados con su mujer y su hijo.
Una historia que muchos estuvimos esperando para ver si regresaban, pero que la muerte del escritor tan solo nos la dejó en las brumas de los recuerdos, pero que bien valen la pena para contar otra historia en la que ya no son las de nuestro país, sino la del que motivó dentro de sus entrañas esa otra explotación de la esclavitud en las selvas del Amazonas, y de la cual los dos países hacen parte de un mismo continente y una historia común.
Acaso los "Tupamaros" no generaron audiencia en los medios de comunicación en la decada de los setenta en Uruguay cuando estos en homenaje al inca rebelde que se opuso temerariamente a al yugo de la colonizacion de los españoles, y que sus herederos en otra gesta organizada por otro Tupac Amaruc 2 descendiente del otro, debió pagar con su vida y las de sus descendientes sus intentos de liberación en un pais de mestizos e indios.
Los golpes de estado, los 5 años que vivio el padre putativo de Alan Garcia, fundador del APRA, y las luchas que generaron Mariategui que fue el encargado de generar las ideas de lo que seguramente en su memorias los opositores del hoy presidente Humala, puedan generar las sospechas de un giro a la izquierda parecidas a las de Venezuela o Ecuador, aunque no sean asi, ya que hasta ahora nadie reivindica las ideas de este dirigente que en su momento escindio la prematura democracia del Peru, que nos recuerda tambien a Manuelita, la libertadora del libertador.
Son otros tiempos en los cuales el nuevo presidente del Perú deberá confrontar el desencanto de sus opositores, y lograr que el delirio de Sendero Luminoso no se instale nuevamente en los imaginarios de la poblacion indígina y mestiza en aquellas regiones andinas, adonde el atraso economico juega un papel importante para que le cultivo de la droga lo coloque en el segundo pais exportador del continente.
Si muchos cuando estabamos niños estuvimos esperando pacientemente cuál pudo ser el final de Arturo Cova perdido en la manigua con su mujer y su hijo, ahora también esperamos lo que podrá acontecer con el progreso económico que quiere acercar al Perú a los paises desarrollados del Asia, cuando ya sabemos que allá ya existe otro gigante que es el de de la China, y que para otros su nombramiento por el electorado mayoritario de sus seguidores predicen un acercamiento a las corrientes de la izquierda que hoy gobiernan en Venezuela y Ecuador, o la del Brasil de Lula.
Humala y su gobierno probablemente lo decidirán. Esas son las incógnitas que solo él lo sabe, mientras el Tío Sam también espera impaciente por el desenlace de estas inquietudes que son económicas y sociales.