Trampas

Si Ud. no lo ha vivido yo sí. Son las marcas que he venido contando, y han sido de toda una vida. No lo vaya a tomar como el caso de un esquizofrénico ni mucho menos como la irrealidad que otro está contando para justificar su miseria mental. Es más: Estas historias que vengo hilando a través de estos blogs pretenden contar la vida de una persona que ha sido zojuzgada y amenazada muy sutilmente por estos imaginarios que transgrediendo la ley, bien pudieran sicológicamente haberme obligado a suicidarme. Es cierto. Viví un estado de confucsión y de desconcierto durante gran parte de mi vida. Ahora la vivo de otra manera en las que las amenazas van y vienen, pero que para los años que tiene el autor, y esa triste experiencia en donde muchas veces estas víctimas terminan suicidándose de la peor manera, vociferando y hablando solos para que los que los conozcan los denigren y los juzguen de antemano como antisociales mientras los rufianes se burlan y los amenazan disimuladamente, en un complot que nadie cree, pero que es tan común, qué cuando el que escribe estas lineas las ha vivido, nos terminan mostrando esa otra realidad en la que los encargados de protegernos, han sido precisamente los que cometen dichas villanías de manera siniestra, escudándose mediante ladronzuelos y locos, degenerados proxenetas, puticas sin ninguna raigambre, y afeminados que en esos ríos revueltos se envalentonan como para violar a cualquiera que se les atraviese a sabiendas que contra el que lo están haciendo están demasiado idos de sí mismos. Son delincuentes que aparentan ser de los mejores ciudadanos del bien, que como la fotografía de este blog, aunque la mayoría de ellos prestan sus servicio a sus patrias, unos cuantos de éstos están mirando a quién robar o matar, sin ninguna compasión. Es más corrompen a los hijos de la víctima, y en esos lavados de cerebros los presionan y los amenazan en un secuestro tan mordaz, que solo ellos se dan cuenta, y están actuando como ley. Son delincuentes que tras un delito cometen otro para tapar el que han cometido, y como tienen poder, o alguien los insufla o los presiona por que sus mismos delitos no dan para más, apararentan estar ejerciendo su labor de ser los buenos vigilantes y acuciosos personajes de bien, que inmaculadamente cuando la víctima fenece porque la llevaron a la locura, o porque un ladronzuelo lo mató, o un esquirol que presumiblemente quiso hacer su parte, la víctima ya ha sido un pobre infeliz en la boca y en la chismografía de los interesados que lo querían matar. Yclaro...
Para no ir más lejos con esta teoría , el autor simplemente se regodeara contando alguna de las que ha vivido, como para demostrar que también tenemos cerebro, que pensamos. Que ni somos delincuentes ni depravados. Que existen estos personajes tan nauseabundos, que seguramente en otro país ya deberían estar en las peores masmorras por sus delitos de lesa humanidad, cuando contriñen a una persona para matarla, o que se mate; y cuando de manera impune estos mismos imaginarios utilizan a sus hijos y a todas sus familias y amistades, y con el poder que les da para arrojar sus sapos nauseabundos a las calles, terminan amenazando y desacreditando a la persona que les interesa.
Estos son otros tipos de trabajos. Utilizan los recursos tecnológicos para lograr sus propositos, y Ud. en un barrio, hasta los cuidan los carros, los limosneros y los ladrones, tienen la patente de corso para apostrofarlo.
Si Ud. resulta mueto, fue una obra de su propia locura.
Y no. Es la locura impuesta de estos imaginarios que se han enseñoreado en nuestras realidades, y han acabado con distorsionar la buena conducta de muchos ciudadanos de bien, a la vez que han distorsionado a muchos de estos buenos hombres que muchas veces dan sus vidas por nosotros.
Y hay que decirlo, por que si no...
Uno se muere sin contarlo.