Las primaveras que no terminan

Ahora la llamamos así por cuenta de la influencia del internet en nuestro universo globalizado sobre los jóvenes que no quieren seguir viviendo como lo hicieron sus generaciones pasadas. Sublevaciones, revueltas, revoluciones, insurrecciones, todas esas manifestaciones populares, por cuenta de lo que se ha dado en llamar "La Primavera Arabe".

Quién no recuerda la toma de la Bastilla en Francia. Una  lección que sirvió para que Lenin y los bolcheviques lideraran la revolución socialista del siglo pasado, donde se adujo que solo podría ser con "La dictadura del proletariado". Una dictadura que le sirvió para que el Ejército Rojo diera al traste con los anhelos de dominación de Hitler, y en el que Stalin logró que bajo la egida del comunismo fuera el socialismo el que compitiera con los estados occidentales que florecieron dentro del capitalismo, y que la teoría de Lenin permitiera avizorar cómo el sistema financiero desencadenaría lo que en su momento se llamó el imperialismo que refleja mediante la dominación financiera ocasionaran los desbarajustes económicos de la desigualdad social y de rapiña de los estados modernos, y que bajo el patrocinio de los europeos la colonización de sus aventuras en el Africa, propiciaron el surgimiento de movimientos sociales que encarnando la liberación, ahora no terminan  porque estos nuevos movimientos exigen más libertades y más igualdades económicas que los que triunfaron antes como movimientos liberadores, ahora son señalados como dictadores,  no solo por sus pueblos sino por todo el hemisferio occidental. Ya no se teme por la dictadura que impulsó Lenin, y que tras su accidentado y secreto  paso en un tren entre el imperio Alemán, llegara a ser el artífice de la Revolución Rusa que mediante la dominación de un solo partido, instauró la dictadura para proteger su obra económica y social, que se vio truncada cuando después el papa Karol Wojtyła que habiendo participado en su lucha contra el fascismo, con la sublevación de los obreros y astilleros en Polonia desencadenara todo un movimiento que daría al traste con lo conseguido por los forjadores de un nuevo orden económico y social porque la burocracia oxigenada por los fracasos de sus dirigentes políticos, la constante presión del capitalismo mundial, y su atraso tecnológico en lo que hoy llamamos la revolución del internet, hicieron que el mundo fuera globalizado como el que predijo Mcluhan con su aldea global. Los antiguos enemigos ideológicos del mundo occidental ya no servirían para nada, porque otros peligros como el de la droga, afectarían la estabilidad del consenso de las naciones organizadas alrededor de la O.N.U.(organización de las naciones unidas), y las colonias árabes del norte de Africa quisieron exigir las libertades y los derechos consagrados en la carta de las naciones unidas. Ya, las antiguas banderas de los ideales preconizados por Nasser alrededor de la defensa de sus ideales nacionalistas que fueron los que convirtieron a los países del medio oriente en los abanderados de la O.P.E.P. como una forma de defender sus recursos petroleros, fueron cambiadas por esta protesta que todavía no termina, porque pareciera que los que han detentado el poder mediante las armas, no quieren dejar abiertamente su espacio de poderío económico y político.

Algo parecido con Cuba. Primaveras que no terminan. Que todo cambie para que todo siga igual. A pesar de sus logros sociales y económicos, no pueden superar los anhelos de sus ciudadanos que exigen más libertades y más participaciones en este mundo adonde si algo sucede al otro lado del globo terráqueo, nosotros también lo sentimos.

Son primaveras que no terminan.