Qué a Ud. lo inviten a una fiesta y tenga que vestirse como los de la foto que fue bajada por internet desde El País.es le parece anormal. Para éstos no. Se visten recordando las viejas ideas que llevaron al holocausto a judíos precisamente en el mismo día de su celebración a nivel mundial. Mientras los que vivieron esos tiempos se reúnen en otra parte de Europa para recordar que además del holocausto lo que casi se da, fue la imposición de un sistema de hegemonía racista que casi se toma la mayor parte del mundo. Sus participantes tienen sus caras cortadas, y añoran tal vez el mundo que les contaron sus padres sobre lo que les representó en su momento la cruzada de la cruz gamada. Es tal vez, una ola de nacionalismo que se da en Austria, como si el mundo de ayer fuera el de hoy, a donde se acusa además de los judíos, a todos los inmigrantes que han llegado a esas tierras europeas en la búsqueda de sus sueños, y ahora se encuentran con que Europa está en la bancarrota, después de haber liderado desde el final de la segunda guerra un progreso tecnológico y económico que los catapultó con el plan Marshall de los Estados Unidos, y que ahora se está resintiendo ante el fracaso de las políticas monetaristas al querer constituirse como una alternativa frente al dólar con el Euro, como moneda aglutinante de unos estados que quieren competir con los Estados Unidos, China y Rusia. Y mientras estos festejan usando las vestimentas que los caracterizaban cuando Alemania quiso dominar al mundo, los judíos recordaban su holocausto en esa misma guerra. Y no fueron ellos solamente.
Lo mismo se puede decir de Hungría, cuando su nacionalismo para tapar los fracasos económicos continúan con el ostracismo y la persecución a los gitanos, en medio de toda una oleada económica y social que acusa a los extranjeros de ser los causantes de sus desastres económicos, como una manera de tapar sus verdaderas realidades.
Uno se imagina cómo podrá vivirse en esas tierras que en Italia, España, y la misma Grecia que se debate entre la penuria económica, y la imposición de nuevas reglas de juego para que sus estados apretándose el cinturón, logre paliar la crisis. Una crisis que ya sumió a Italia, que ha revertido en España y en Francia ante las nuevas medidas económicas, impuestas por una Alemania que a pesar de su desarrollo económico quiere imponer un orden para que cada país responda por lo suyo, mientras Inglaterra que no ha querido dejar que la Libra Esterlina ceda ante el Euro, en medio de una crisis donde éstos países que como Austria y Hungría quieren regresar a los imaginarios que el mundo vivió en La Segunda Guerra Mundial.
Los de ayer pudieran ser los mismos de hoy. Los unos están muertos, pero esos imaginarios recalcitrantes pretenden atizar nuevos conflictos con sus viejos racismos amañados.
Algo parecido a lo que plantea Gingrich en los Estados Unidos en su lucha por su triunfo en la candidatura Republicana, que lo podría llevar a la presidencia contra un Obama que parece hasta ahora manejar todos los hilos del poder. Les recuerda a los judíos que podría haber otro holocausto si no contienen a Irán. Obama según él, no lo puede hacer.
Y en medio de todos esos discursos y esos actos que se dan en el orbe:; hoy, estos personajes bien pudieran ser los mismo del ayer en el siglo pasado.
