Trump: "Presidente"

Y el magnate cumplió. Dijo que hacía lo que su ego le decía. Lo hizo contra viento y marea a pesar que cuando comenzó su apuesta por el poder nadie lo creyera. La mayoría, así lo creímos, muy a pesar de estar convencidos que el pueblo norteamericano ungiría a la primera mujer  como presidente. Sus bufonadas que fueron saliendo de tono al estilo de lo que nos cuentan que hacía en su programa televisivo de "El Aprendiz" que lo catapultó como una mega estrella, lo hizo decir muchas cosas donde insultó a los soldados que perecieron defendiendo el emblema de este gran país, y sus insultos se sintieron contra las mujeres que fueron unas de sus víctimas, los agravios contra el éxodo de los mexicanos amenazándolos con la construcción del muro en la frontera, su carácter racista que conmocionó hasta los de su mismo partido, sus salidas de tonos en las redes sociales como twitter donde sus colaboradores decidieron cerrar su cuenta, y hasta las estrellas de reinas donde insultó hasta a una Mis Universo, y su perentoria amenaza de no dejar entrar  a los Estados Unidos ningún musulmán fueron el caldo de cultivo de todas sus peroratas contra el sistema, y de los cuales el norteamericano de clase media y blanca, zaherido por la perdida de su poder adquisitivo en la economía rural, les despertó el espíritu racista del viejo oeste y que con su victoria no se sabe cómo hará el nuevo gobernante para reconstruir el sueño americano que según éste, ya no existe. Los pactos del libre comercio dentro del mundo globalizado serán probablemente los primeros en ser re negociados, mientras la apertura con Cuba que hizo con Raul Castro seguramente estarán en su mira política, ya que la disidencia cubana que participó en la invasión de Bahía Cochinos fue su aliada y le dio su respaldo, arrastrando tras de si a miles de latinos a pesar de su advertencia que de llegar al poder expulsaría del país a  los once millones de indocumentados. Y la incógnita sigue del Trump real cuando entre a ejercer su mandato presidencial ya que ese discurso xenófobo que despertó entre las multitudes de sus seguidores hastiados de la política y de la perdida de su capacidad económica, que seguramente quisieran que todo lo que prometió lo haga. Su show mediático para llegar al poder lo realizó.Ahora solo queda esperar a ver con qué más sigue. Una es la realidad y otra la ficción. El partido republicano, cuyos dirigentes lo abandonaron, seguramente que lo tendrán que respaldar en muchas de las cosas que dijo, y que fue la que realmente se tomó el poder en el congreso de los Estados Unidos. Pero otras serán cuando comience a realizar su sueño de aislacionismo y proteccionismo económico, porque se le presentarán muchas disputas entre sus mismos seguidores; y también porque si llega a replantear el papel de la OTAN y contravenir contra las grandes potencias en el rol que debe jugar Norteamérica en el conflicto del medio oriente, seguramente que a pesar de su admiración por Putín, bien pudiera presentarse más de una tormenta con su temperamento autoritario, que incluso la Estatua de la Libertad que es la imagen que Estados Unidos refleja a pesar de sus intervenciones en muchos países del mundo, ya no sería la quimera de los que llegaron a colonizar estas tierras. Revivir el viejo oeste al estilo de Ronald Reagan, o sostener políticas diferentes  a las propuestas de la corriente que lideraron los demócratas en estos últimos años, generaría una pesadilla en el mundo. Y todavía no sabemos cuál será el rumbo que tome el próximo gobierno de la estrella mediática que logró realizar sus sueños.  Son cuatro años que podrían cambiar la historia del mundo en un laberinto sin salidas. O bien puede que sean puros sueños, cuando la realidad se imponga ante el próximo gobernante de la Casa Blanca.
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