VII cumbre de las Américas: "Parte de un viejo sueño Bolivariano"


Quién lo fuera a creer: "Un viejo sueño inspirado en su tiempo por Bolívar" ahora parece que se hace realidad. Y claro que como todos los sueños, no quiere decir que se hagan al pie de la letra. Cuando el Libertador Simón Bolívar, propició el "Congreso Anfictiónico de Panamá", con el fin de crear una confederación de Estados Americanos liberados de los virreinatos hispanoamericanos, no se pudo realizar como lo quería, debido a las pugnas internas de estos nuevos Estados donde los gobernantes apenas vislumbraban la estabilidad de sus nuevos gobiernos, además que unos pocos años después florecerían de su seno otros nuevos Estados, promovidos por los intereses caudillistas, y entre otros la de Flores en Ecuador y José Antonio Páez en Venezuela tras la muerte de Simón Bolívar, e incluso en vida de éste.

Es como cuando nos dicen que quien no conoce la historia está obligado a repetirla. Algo parecido y diferente a los postulados de Hegel cuando nos dice que en apariencia la historia se repite pero de una manera más desarrollada, que aunque parezca la misma, es otra. Única y exclusiva. 

Qué "La VII Cumbre de las Américas" se haya celebrado en Panamá con la participación de los gobiernos de los 35 Estados que componen nuestra América de por si amerita más que una coincidencia de los sueños de Bolívar, su sola realización en medio de las confrontaciones que los latinoamericanos hemos tenido con los Estados Unidos desde el nacimiento de nuestros Estados, que muchas veces estos últimos creyeron que éramos el patio trasero de ellos, que incluso -no recuerdo muy bien- si fue en la cumbre donde Eisenhower   y Batista se reunieron, o fue el mismo el mandatario norteamericano  que habló de Somoza tan mal, que ni siquiera vale la pena decirlo, pues de todas formas había que aceptarlo como era.

Qué después de más de 50 años, Cuba participe por primera vez en una de las cumbres para regocijarse con todos los mandatarios de América después da haber sido excluida del seno de la O.E.A., después del triunfo de la revolución cubana orientada por los hermanos Castro, y tras haber pasado por el gobierno de los Estados Unidos diez mandatarios sin que el bloqueo económico hubiera logrado su propósito, a pesar de la guerra de los misiles y la invasión a Bahía Cochinos, y durado otros 25 años de la caída del muro de Berlín donde la política de la guerra fría ya no tenía ningún sentido, pues ahora son otros los problemas que aquejan al mundo de hoy.

Que allí se hubieran dado cita dentro de ellos el único afronorteamericano como presidente, descendiente de los esclavos que nos recuerda que por su liberación murió Abraham Lincoln , quien fue el triunfador de la guerra civil de secesión de los estados confederados y haya aceptado las equivocaciones estos en su política exterior con todas la naciones del continente, y que al estrechar su lazo de amistad con todo los demás estados del continente, deja entrever que existe una intención política de por lo menos hacer que América Latina supere la actual crisis económica provocada por la caída de los pecios del petróleo, en un momento en que su economía se ha fortalecido ante la influencia que Rusia y China ahora tienen dentro del entorno latinoamericano.

Y mucho más. Que su contradictor sea otro venezolano, Nicolás Maduro. el heredero del poder de Hugo Chávez, quién en otras cumbres el sueño de la unidad pretendida por los Estados Unidos para impulsar el ALCA    lo impidió impulsando la creación del ALBA como contra-parte.

Y es que la realidad deja ver que nuestros imaginarios a pesar de todo han sido comunes desde el surgimiento de nuestros Estados y que todos vivimos en un mismo continente y en un mismo planeta para hacer del futuro de nuestros herederos un mundo más seguro y mejor mediante la cooperación ya sea comercial o política.
Algo parecido a los viejos tiempos pero con un sentido más halagüeño al que hemos vivido durante toda nuestra historia plagada de guerras que solamente ha beneficiado a unos pocos. 

Así se parezca a un sueño bolivariano incluso para sus contradictores, va ser un beneficio no solo para Cuba, sino para todo el continente, y del mundo.
* Escrito mucho antes que los últimos encuentros que se han dado, y de la actual situación política mundial.


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