Encuentro de Santos y Putin


Cuando nadie lo esperaba, en Brasilia se reunirían Santos y Putin para de manera simbólica  -este último muy complacido- decidiera dar apoyo al acuerdo de paz que el mandatario colombiano busca con las guerrillas,  y por la que muchos votamos. Un gesto en medio de un mundo político y social muy diferente  al que conocimos en décadas pasadas. Unos imaginarios que han cedido en medio de una confrontación vivida en los años de la guerra fría cuando la invasión de Bahía Cochinos por estados Unidos y la colocación de las bases de ojivas nucleares por cuenta Nikita Krushchov de la U.R.S.S. en Cuba. Una protesta inaudita donde un mandatario de la vieja Rusia para hacerse escuchar ante el auditorio de la asamblea de las Organización de las naciones Unidas en 1.960, tuvo que recurrir a un zapatazo para hacerse oir en esos imaginarios que generaron odios y violencias en el mundo entero entre esa vieja confrontación que se dio entre los países capitalistas y socialistas, donde las vertientes ideológicas de derecha y de izquierda parecían que no convivirían si no fuera mediante la fuerza y el poder de las armas donde presidentes como Kennedy y Kruschov midieron sus fuerzas y lograron acercarse a un acuerdo en medio de escaramuzas y de guerras en otras naciones, mientras el mundo estuvo en vilo ante una posible guerra nuclear, y en la que Cuba estuvo casi que al borde de un holocausto por cuenta de ese mundo bipolar que nos rigió después del triunfo de los aliados en la Segunda Guerra Mundial en que dos bloques económicos y antagónicos competían para controlar el mundo.

La caída de la Unión Soviética y de sus aliados en el plano económico y social donde la Cortina de Hierro se hizo emblemática en la división de las dos Alemanias, que incluso la canciller de Alemania que hoy rige el país unificado de los germanos se formó en la Alemania (R.D.A.) más conocida como comunista, y que hoy todavía genera una pugna por el poder de los países en Europa en el conflicto que existe entre La Rusia de Putin y una Ukrania que en los límites de la Unión europea pretende ser parte de ese continente que bajo la unidad de una Europa quiere ser la abanderada de la democracia que nosotros conocemos como la de la libertad en nuestros países donde rigen las constituciones al estilo de Montesquieu, aunque la Unión Soviética también ya haga parte de esa modernidad de las democracias que eligen a sus gobernantes mediante elecciones populares.
Un encuentro que recuerda que mientras aquí Santos hacía parte de la alta burguesía que obstinadamente aplicaba sus políticas de acuerdo a lo pactado con los colosos de América del Norte, que temían al comunismo internacional, y que bajo esas orientaciones se dieron muchos golpes de estado en una cruenta guerra ideológica y militar que dominaron en buena medida todo el siglo XX, los pueblos veían en la revolución de los soviets en Rusia toda una inspiración para pregonar otras formas de pensamiento que ocasionaron también todo un conflicto social y político en el mundo contra estas formas de opresión, y que aquí en Colombia después de las guerras entre liberales y conservadoras se tornaron en otro tipo de conflictos de carácter ideólogico, y en especial en lo rural donde surgieron las guerrillas de las FARC, el ELN  sobre todo en los años del Frente Nacional, y desde el gobierno de _Gillermo León Valencia, cuando decidió acabar con los reductos de las antiguas guerrillas liberales que prácticamente se habían convertido en comunistas que se dieron en llamar "Las Repúblicas independientes".
Durante muchas décadas, antes de la caída de la Cortina de Hierro tal y como se le conocía en la sociedad capitalista a los países Socialistas de La Unión de Repúblicas Socialistas de Europa, su inspiración que provocó rupturas ideológicas con el aparecimiento de la China de Mao Tse-Tung y la influencia que tuvo la revolución cubana en nuestro continente, y en especial en Colombia, provocaron toda esta serie de organizaciones guerrilleras, que ante el colapso económico del socialismo con los años dichas políticas guerreristas que auspiciaron los Estados Unidos en el mundo, dieron al traste con toda una ideología de guerra que de hecho ha dejado de existir, y por ende ya es hora que todos esos entornos se transformen en otros de participación política y social que beneficien más a nuestro país.
Tal vez ese sea el simbolismo de lo que presuntamente hablaron los dos mandatarios reunidos en Brasilia, pues alrededor de la antigua Unión Soviética muchos cuadros políticos se formaron en sus escuelas de concientización ideológica, además que La Universidad Patricio Lumumba fue toda una fuente de educación para miles de profesionales en el mundo, y que además dentro de los grupos de izquierda en el continente afiliados a los partidos comunistas también hicieron todo un comercio en los diferentes países, pues sin ese control los futuros estudiantes no podrían ser fácilmente admitidos dentro de sus aulas, sin desconocer claro está el valor de la educación que esta institución brindó a los miles de estudiantes que pasaron por sus aulas.
Hay que reconocer que ese encuentro entre los dos mandatarios son en buena medida el resultado de dos épocas diferentes, donde la paz es el factor decisivo para el desarrollo de los pueblos, y que la Rusia de Putin y el gobierno de Santos, lo que buscan son acercamientos comerciales sobre todo en lo que respecta a a la explotación de los recursos minerales y de hidrocarburos en Colombia, pues se da por sentado que nuestro país y América Latina también hace parte de esa disputa que con China, la India, Sudáfrica como potencias y en asocio con los 33 países considerados como emergentes, tratan de resolver sus problemas económicos más liberados de los compromisos que los Estados Unidos y las organizaciones de ayuda económicas como son las del Fondo Monetario Internacional que comprometen y asfixian con sus intereses a los países en vía de desarrollo. El respaldo de Colombia  a Argentina contra los fondos buitres que dejan a los países en la bancarrota, es un síntoma de lo que sucederá en los próximos años, cuando ya países muy diferentes a los de las influencias de los Estados Unidos con su políticas de endeudamiento están haciendo toda una coalición económica, que incluso este mundo globalizado todavía no sabe hasta donde llegaremos, porque la influencia de otros países que dominan los mercados internacionales ya tienen en nuestro hemisferio toda una participación económica.
Este encuentro fue el deslinde, tal vez a las formas de pensamientos que existieron y rigieron en nuestro continente, y en el de ellos. Son otros tiempos. Y también nuestras sociedades tendrán que valorar cómo se producirán estas relaciones que favorezcan a las necesidades de este mundo globalizado.